SINÓPSIS
El joven príncipe Patroclo mata por accidente a un muchacho. Repudiado por su padre, es exiliado al reino de Ftía, donde lo acoge el rey Peleo, un hombre bendecido por los dioses, inteligente, apuesto, valiente y reconocido por su piedad. Tanto que se le concedió el más alto honor, la posibilidad de engendrar un hijo con una diosa: Aquiles. Aquiles es fuerte, noble, luminoso. Patroclo no puede evitar admirar hasta el último de sus gestos; su belleza y perfección hacen que sea incapaz de contemplarlo sin una punzada de dolor. Por eso no se explica que Aquiles lo escoja como hermano de armas, un puesto de la más alta estima que lo unirá a él por lazos de sangre y lealtad, pero también de amor. Así emprenden juntos el camino de la vida, compartiendo cada instante, cada experiencia, cada aprendizaje y preparándose para el cumplimiento de una profecía: el destino de Aquiles como mejor guerrero de su generación.
OPINIÓN
Siguiendo en las misma línea que la reseña anterior, os traigo una historia... maravillosa. Muchos pensaréis que Aquiles está muy visto, tanto en el mundo literario como en el ámbito cinematográfico. Pues perdonad que discrepe, porque Madeline Miller le da a esta historia un giro de ciento ochenta grados.
El verdadero protagonista de esta historia es sin duda alguna, el compañero y amante de Aquiles, Patroclo. Nos encontramos con un joven desterrado, repudiado por su padre y, falto de esperanzas en la vida. Patroclo encuentra su lugar en la casa del padre de Aquiles, y es aquí donde se conocen.
Ambos protagonistas crecen juntos, siendo en un primer momento amigos. Su relación madura a la vez que sus vidas se sumergen en el torbellino de la voluntad de los Dioses, y es en este punto de la historia donde todo se vuelve de un interés superior al que habréis visto en otras adaptaciones.
Lo que más me ha gustado de esta historia es lo bien labradas que están las personalidades de ambos protagonistas. Aquiles siente un amor indudable por Patroclo y este a su vez le corresponde, pero Aquiles está cegado por sus aspiraciones, su ego, y por supuesto, su ansia de adquirir fama entre hombres y Dioses. Creo que lo que le ocurre a Aquiles es una forma de ver cómo en el mundo real muchos caemos en el circulo de la desesperación por el reconocimiento, dejando de lado a las personas que más amamos y perdiéndonos en el camino de la vida. Es esta desesperación y esta sed de fama lo que trata de transmitirnos la autora.
La forma de actualizar personajes como Briseida, me ha parecido maravillosa, hasta el punto que la originalidad de la autora con personajes secundarios nos deja con ganas de un desarrollo alternativo de las vidas de estos personajes.
Por último decir, que no me canso de leer las historias de Madeline Miller. Sin duda alguna es un relato original y conmovedor que seguramente será de agrado para todos aquellos ávidos lectores de la mitología griega como yo.
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