SINOPSIS
En el palacio de Helios, dios del sol y el más poderoso de los titanes, nace una niña. Pero Circe es una niña rara: carece de los poderes de su padre y de la agresiva capacidad de seducción de su madre. Cuando acude al mundo de los mortales en busca de compañía, descubre que sí posee un poder, el poder de la brujería, con el que puede transformar a sus rivales en monstruos y amenazar a los mismísimos dioses.
Temeroso, Zeus la destierra a una isla desierta, donde Circe perfecciona sus oscuras artes, doma bestias salvajes y se va topando con numerosas figuras célebres de la mitología griega: desde el Minotauro a Dédalo y su desventurado hijo Ícaro, la asesina Medea y, por supuesto, el astuto Odiseo. Pero también la acecha el peligro, y Circe concita, sin saberlo, la ira tanto de los humanos como de los dioses, por lo que acaba teniendo que enfrentarse con uno de los olímpicos más imponentes y vengativos.
Para proteger aquello que ama, Circe deberá hacer acopio de todas sus fuerzas y decidir, de una vez por todas, si pertenece al mundo en el que ha nacido o al mundo mortal que ha llegado a amar.
OPINIÓN
Tenía muy dejado este género literario, debido a la ardua tarea que me supuso leer la Ilíada de Homero en la adolescencia y, obligada por profesores que poco entienden del hábito lector, salvo forzar una lectura innecesaria y de difícil comprensión sin un buen guía literario.
Siempre se nos dice –usualmente por personas mayores– que no hay nada nuevo bajo el sol, que sí queremos leer antes hay que empezar por los clásicos. Pues bien, decidí ponerme manos a la obra y leer sobre mitología griega, pero desde un punto de vista diferente como es la voz de esta autora.
Nos encontramos con una historia poco convencional y del todo sorprendente. Esperaba encontrarme con mitología griega cargante y muy vista, sin embargo, la autora nos ofrece un enfoque totalmente diferente de la literatura clásica.
La autora nos introduce, con una prosa sencilla, en el elemento cotidiano de los Dioses del Olimpo, seres egocéntricos y movidos por el egoísmo en cada una se sus decisiones. Y entre tanta vanidad, la hija del Dios Helios, Circe.
Circe es una Diosa frágil, con aspectos humanos que la hacen insignificante a los ojos de un Dios, y para colmo es mujer en un mundo de hombres. Nuestra protagonista se labra una vida independiente y decide hacerse fuerte al margen de la sombra de los Dioses. Lo que hace tan interesante a nuestra protagonista es su lado más humano, pues te hace comprender que somos aquello en lo que nos convertimos cuando nuestras debilidades salen a la luz y tratamos de enmendar nuestros errores.
La forma en la que Madeline Miller ha entrelazado la historia de Circe con la vida de Odiseo es del todo original para no hacer spoiler no hablaré más de este aspecto de la novela. También nos encontramos con personajes como Pasífae y el Minotauro, Escila y Caribdis, Atenea y otros muchos seres relevantes de la mitología. En todas sus historias Madeline Miller incide con gran destreza, entrelazando las vidas de todos sus personajes y dotando a la historia de Circe de un sino peculiar y para nada previsible.
La recomendación de esta historia, por mi parte, es sin duda alguna absoluta.
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