sábado, 4 de mayo de 2019

Reseña Sin Spoilers: Todo lo que nunca fuimos (Alice kellen)


Sinópsis

Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres.

Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni de que toda su vida está a punto de cambiar. 

Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel. Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.




Opinión

Esta historia me sorprendió gratamente en cuanto a las expectativas que tenía de ella y lo que finalmente ha resultado ser. De la sinopsis podemos augurar el típico romance entre una adolescente y el mejor amigo de su hermano. Sin embargo, mas allá de la historia de amor, nos encontramos con una trama en la que hay muchos acontecimientos que descifrar. Alice Kellen es una autora que nos tiene acostumbrados a historias románticas, sobre reencuentros y pasión, sin embargo en esta historia añade novedosas notas dramáticas que dan un giro argumental a su estilo.  

Encontramos una gran carga emocional sobre nuestra protagonista, un largo recorrido por la superación, la depresión y las contradicciones en las que tiene que vivir durante los meses en los vive en casa de la persona que la ayudará a superar su pasado. 

Lo que mas me ha gustado ha sido cómo la autora te introduce en el mundo de la protagonista. Con una pluma ágil y sencilla, te hace empatizar con la situación de pérdida y los incipientes sentimientos 
en los que se introduce de manera progresiva, pues, lo que ha acarreado la depresión en la que está inmersa es la falta de sensibilidad hacia el mundo que la rodea. 

El arte es uno de los puntos más presentes en esta historia. Se tratan temas como la autoestima artística o la desconfianza en uno mismo para mostrar al publico tus obras, aunque se trate de obras de un mero aficionado. Esto me ha recordado mucho a la escritura y a las fases por las que tiene que pasar un autor antes de publicar su historia. 

En general me ha gustado la historia, excepto por un par de puntos; las contradicciones de la protagonista y la lentitud de su recuperación (pese a que en la realidad es un proceso lento, en un libro creo que debería sintetizarse y escribir sobre una recuperación más rápida para no aburrir al lector con los entresijos de una depresión, ya que éste no es un libro de autoayuda sino de amor). 

El final te deja con la miel en los labios, lo que me parece un punto muy a su favor, ya que la intriga por leer la segunda parte es intensa. 

Es una novela que recomendaría para aquellas personas que hayan sufrido una pérdida, aquellas que quieran saber como afrontar dilemas vitales o simplemente apoyar a quienes lo vivan de cerca. Es muy importante aprender a aceptar el viaje que conlleva la superación de la muerte de alguien cercano, ya que, tarde o temprano es algo que a todos nos tocará vivir, un tanto tabú en nuestra sociedad, desterrado al olvido.

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